Se viene otra noche
de paréntesis, de velos
y en cada sutil vibración
te veo sonreír y te siento.
Alójame en las yemas
de tus dedos
y conviértete en caricia
con nombre del bueno.
Sé mi cuarzo expandido
mi manta de lana
mi tilo, mi mantra
pero sé tú mismo
para que reflejes
tu amor en tus ojos de niño
y sea tu candil
con mi alma de niña.