En el vislumbrar del nuevo día elevo a ti mi oración padre de la gloria, en ella dejaré plasmada lindas plegarias que denotaran tu majestad y poderío excelso y eterno creador.
Mi plegaria es especial, porque ella describo con bellas pinceladas la antesala de aquello que es sublime, el acontecimiento sobrenatural que mi alma llena de fortaleza y mi espíritu robustece con la unción del Santo Espíritu.
Por esta y mil razones con todo el mundo compartiré las lluvias de bendiciones que Dios le entrego a mi haber, mi dio una preciosos familiares y amistades por doquier, me cubrió bajo sus alas y con su inmenso poder me ha librado de la muerte, de la enfermedad silente que pulula por el ambiente.
Su amor es magistral, único y leal, porque él envió a su hijo a estar siempre a mi lado, él es mi ayudador, el que nunca me ha defraudado, porque él ha cumplido su promesa de estar a mi lado siempre y cuidará mi simiente ahora y por la eternidad.
De todo lo que Dios te ha regalado compártelo con tus semejantes, bendice este precioso día, regálale una sonrisa, dile palabras hermosas, aquellas que levantan el espíritu al que ha sufrido, el que sana el que está herido, porque su dolencia es pasajera porque el amor de Dios es la medicina que llena tu ser de alegría, de paz y de satisfacción y en tus manos está la decisión de que él reine en tu corazón como el dueño y señor de tu existencia.
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
07/09/2.020
04:17 a.m