JUEGO DE AZAR
Desde cuándo hubo un giro a tantos grados,
por favor, un pellizco es inminente
que despierte a mis sueños consagrados
a vivir un letargo sin presente.
El intento supera a los costados
y perdura ese esfuerzo bivalente
como un soplo de globos bien inflados
sin el nudo en la suelta de repente.
Ya no creo ni en santos ni demonios,
no confundo idiotez por un buen arte
si el maní es pelado por los monos.
De qué sirve decir punto y aparte
si entre ingles no existen testimonios
que el as en la baraja es un descarte.