Me esforcé y esmeré y por más que lo hice no lo logré. No resistí y las cuerdas se apretaban más, caí en el cansancio, y aúnque mis ojos se cerraron mis sueños no durmieron, estaban allí haciéndome daño en ellos mi subconsciente gritaban: - esfuérzate, házlo una vez más! Deja de dormir, no vuelvas a descansar!.
Y aunque dormir me trajo más penas el abrir los ojos una vez más me hizo recordar mi miseria. Seguía atada y por más que estiraba estaba cansada, desahuciada, triste y seguí tirando para soltarme pero caí bajo la presión de las cuerdas esta vez me incline demasiado.
Me fracturé y pasaron los días y seguía sujeta, cuando por fin Haye el perdón me soltaron y está vez del cuello me ataron. Sos un perro me gritaron. Para que sirve intentarlo, si cada que lo hago me vuelvo más esclava.
¿Sirve?, Realmente sirve el intentarlo, voy a morir y aquí seguiré atada a ti.