Tuvo que ser así,sin más
se cerró la tarde clara
y abrió su noche oscura
con sus lentos pasos.
Vestia unos tejanos rotos
y cargaba una mochila llena
con los restos de sus retales
portando arena en sus bolsillos
y la mirada oculta
de un rastro perdido.
Un reloj de campanario
marcaba sus horas vacias
bajo la mirada atenta
de una calle abierta
a los recuerdos del olvido.
Las lineas tortuosas
de una carretera sin sonidos
y luces de coches prohibidos
cruzando en sus miradas
el cariño de los que se aman.
Un viejo libro con las tapas
del color que más odiaba
le recordó al abrirlo
que todo en un segundo pasa
Tuvo que ser así,sin más