franco_castillo

todas ibamos a ser reinas

Recuerdo como si fuera ayer aquella noche de invierno cuando deje en parqueadero de colectivos en aquella calle santiaguina, con ese frio asqueroso que viene de la cordillera a mi querida amiga Valeska su hijo Benjamin tan solo tenia en ese entonces un año y meses de edad, un niñito lloron y con carita triste, ahora ya debe estar cerca de los cuatro años de edad

Mi primera impresion al verla fue de una inmensa tristeza, con su cabello oscuro como la noche, en vez de cambiar su mundo se habia extendido; desde los suburbios pobres en el norte de chile, a los suburbios capitalinos, heados y barrosos en los lluviosos inviernos de la zona central de mi pais, su rostro, maltratado y alicaido me recibio con una angustiosa sonrisa aquella tarde helada de invierno.

La penultima ves que nos habiamos visto fue en condiciones demasiada triste para mi en un caluroso post mortem verano del 2005

Yo preferi, yo prefiero al son de los ultimos recuerdos tristes que me quedaron de ella, en aquella tarde sonñolienta en que me recibio con todo el amor del mundo con su bebe entre los brazos en esa comuna pobre y delictiva y luego cuando nos despedimos aquella noche heladisima en el centro de Santiago

Recordar aquella niñita virgen y espigada que sonreia e iluminaba el mundo con su sonrisa traviesa y juguetona en nuestras infantiles dias escolares, cuando soñabamos con cuatro reinos sobre el mar