NO LLORES POR LO EFÍMERO
Hay un principio y hay un final.
Hay algo de Bien y suficiente de Mal.
Hay un Tiempo para lo que hay que vivir
y vienen las lágrimas por quien ha de morir.
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Pero, lo efímero ¡es tan insustancial!
desde el principio hasta su obvio final...
quedando solamente en mentales acuerdos
nuestros reconciliados y acotados recuerdos.
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No llores por los tiempos que ya han pasado...
las lágrimas solo solventan minutos gastados;
tan solo son andrajos de riñas y humores caídos,
son viejos retazos de mil y un momentos perdidos.
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No llores por mi efímera vida pasada...
en ella, ¡casi toda mi pasión ha sido saciada!
Fue insuficiente para hacer todo lo que quería,
pero en ese tiempo hice todo lo que creí que sí debía.
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No merezco las lágrimas de mis seres queridos,
pues dejé demasiados amores inconclusos no florecidos.
Quedo en deuda con muchas pasiones que he postergado
por el cobarde temor a experimentar amores soñados.
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Y esto se presenta así... es la Vida que yo he elegido,
que llegará a su fin en un Plan muy bien concebido;
y no es para llorar por uno más que ha de partir
en esta evidente lógica de nacer, vivir y morir.
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Por eso, no llores, que la angustia no vale la pena;
que quede en ti lo mejor de una sonrisa risueña;
que disfrutes del tiempo que te quede por delante,
para vivir tu vida feliz ¡con una trascendencia brillante!
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Eduardo Faucheux
09-09-2020