Estoy pensativa
Contrariada y pensativa
miro frente a mí, la mesa
en la que a veces
apoyo mis tristezas
y aunque es de madera, parece
holganza de la fina
y de la buena,
no me es tan dura,
porque más duras
son las penas.
Le acaricio con mis manos
que hoy están sedientas
de tiernas caricias
y miro al jarrón de la esquina
me dice, para él lucir,
no prescinde de la flor.
Lo miro con certeza
por su gran valor,
tallado con fino bordado
por la mano del hombre
parece ser acariciado.
Siento cierta envidia
de la buena,
¡qué dolor y qué pena!
que hayan quienes sepan
la pieza tatuar,
mientras otros no puedan
el calor valorar,
cuando entregas todo amor
acompañado de la nobleza.
Me vuelvo a quedar
apoyada a la mesa,
meditando en lo profundo
que tanto ayuda a razonar,
no quiero tu mejor postre decorar,
ni aplicar una mejor sazón,
mi mesa está vacía,
solo la decora de porcelana,
un apreciable jarrón
al final me doy cuenta
que llegó la noche
y me doy fuerzas
porque solo alimenta el soñar.
Quité del jarrón, la flor,
me la llevé a mi cama
regalársela a mi nueva ilusión,
que hace sentirme
una espléndida dama.
Tal vez te parezca algo iluso,
espero de cualquiera,
cualquier cosa,
la flor pinchó mi pecho,
tanto que le acariciaba,
te daré con despecho,
carne en parrilla
y se encaje... hasta en tus huesos.
Porque el mundo
no solo está lleno de poesía.
Hay una parte hueca
con residuos
tal vez diría, de algo sucio,
parecido a la inmundicia.
No es humano,
ya no es tan fino
a veces profano y sin justicia,
es mejor emplear la ironía.
¡Qué tontería!
conformarme
con el olor de una flor
teniendo para dar… solo amor.
NellyCastell
09-9-2020