Le quito la blusa...
Muerdo claveles,
tocando la tersura
de los pétalos rojos
que excitan...
Acaricio gacelas
-eréctiles cuernecillos se agitan-.
Mido la piel milímetro a milímetro,
pasándole mi lengua
-oh ambrosía de piel sedosa,
lasciva...-
Desnudo mi árbol
-yérguese el faro viril
enardecido...-
Abarco su cuerpo,
acaricio el sonrosado canal
de la entrepierna, rozo las espigas
del jardín de su pubis,
espigas doradas al viento
-cortejo de delicias-.
Cabalgo sobre jaca en celo
-abierta de piernas-.
Derramo pasión líquida
-rocío y savia-.
Grita y jadea,
grito y jadeo.
Me araña
agarrándome con furia
-agudas y violentas sacudidas-.
Queda extenuada,
quedo cansado.
(Acabo de hacer el amor,
la guerra descansa.
Por el suelo,tiradas las prendas íntimas,
desordenada la ropa de la cama.)
(Salvador)