Tu dulzura en mi casita
La olvidaste vida mía,
Y también esa alegría
Que ilumina tu carita;
La ternura que palpita
Entre gran melancolía,
Una sutil armonía
Que dondequiera gravita;
Ay, mujer donde tú llegas
Siembras chispitas de amor,
Con tu sutileza agregas
Duce encanto, gran candor:
Eres ángel, nunca niegas
Tu caridad y fervor…