Estás en mí cual la cercanía de un lejano sueño.
Tú enterneces mi alma, como el sol que aún a millones de kilómetros de la Tierra, logra iluminarla, darle vida.
Te quiero cual suspiro que sale de mi alma. No sé dónde está mi alma. Si aquí, conmigo, o allá, contigo...
Te pertenezco como agua de mar en un río, lejos, pero vuelve siempre a él.
Te siento como al viento... no lo veo, no puedo sostenerlo, ni detenerlo; pero cómo lo siento...
Yo te siento, y te pienso... Te quiero.