Tú eres la rima que nunca termina;
los imperfectibles versos que nunca
dejo de escribir, porque no encuentro
las palabras que terminen de nombrarte.
Busco entre fonemas la dulzura de tu voz,
miles de metáforas me confunden, pero
solo elijo aquellas que me marcan tu ritmo
y me hablan de lo intenso de tu amor.
No importa si los versos no se ajustan
a la métrica y no puedo formar un soneto,
solo quiero aquellos versos que… libres
se decanten y te muestren… mi adoración.