El viejo dromedario
asciende la tumultuosa pendiente
son zonas en sombra, matices
de una realidad escondida.
Lo confortable se quedó pequeño
quiere más agua del oasis
el menor acuesta su ombligo en el embarcadero
reza la angustia que Dios le otorgó
y vence su miedo la opaca luz del día.
Es viejo el camello y obstruye los labios
consumidos de tanto albergar palabras
actos, acciones, cualquier cosa deliberada.
Sería plantear preguntas y alguna respuesta
entresacada de contexto.
Tu locura tiene, como las heces, lombrices.
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