Gloria me ha dado hacerme
oscuro
,mas en esta selva
me está dando silencio.
El no saber
El no entender
regala dos cosas
en esta vida:
Indiferencia y/o curiosidad.
Indiferencia para el que impermeable
resbala de sus oídos todo
lo que no entiende.
Indiferencia para el que no quiere
más ciencia
que la que entendió o entiende,
una ciencia que si como aceña
que mueve el agua no desagua
el verbasco que la emponzoña,
termina por ser desciencia
y promover del cerebro la gangrena.
Curiosidad para el que ve nacer
de su intríngulis una pregunta
cuando el nublo puebla su sesera,
aunque sabe de espera
y se sienta para que el sentir
se asiente y recuerde
como el que de la mar recuerda
su vagido, su naciente, su estrella.
Y no se altera, nunca se altera
en la busca pertinente de la respuesta,
de la madreselva que en el tronco
de la verdad habita y no desdeña.
Curiosidad para el que no se contenta
con lo evidente, para el que esfuerzo
de neurona habitúa y anhela
y acostumbra desde que su lumbrera
alumbrara en ese día
que lo vio nacer.
Indiferencia para el que solo ve
lo evidente, curiosidad
para el que se muere
por leer entre el silencio
que separa una palabra de otra,
un quizás de otro, un por qué
de otro, y de otro, y ¿Qué será eso?
¿Qué significa?
A este partido adscribí ficha
bien entrado en la niñez,
o ¿fue en la adolescencia?
Mi padre me lo inoculó.
Maldito y bendito virus sea.