José Luis Barrientos León

Existencial

 

 

Mi esencia altiva que no se dobla

Ante la indiferencia perversa de la vida

Continuo en el camino donde vago

En la plenitud de mi alma y mis sentidos

 

De pie me mantengo en el laborioso sendero

Mirando la locura que no tiene figura

Veo los despojos de mi propia esperanza

El vacío del hombre y el exilio de su espíritu

 

Pareciera que los mares se han quedado sin olas

O que el mundo infinito se ha ahogado en la nada

Mi ala valiente a veces duda y no me sostiene,

Vacilan mis visiones ante las circunstancias sombrías

 

Mi ser se encuentra en medio de gente indiferente

Gentes que acechan desde la oscuridad y nos abruman

Pretenden que nuestras almas se arrodillen e imploren

Que nuestras manos vacías no arén, no puedan segar

 

Cae la luz a través del viento

Huyen las sombras al caer la tarde

Sobre el risco, en los peñones muertos

Descansa mi alma y el corazón fuera de mi pecho

Grito inaudible al azul del cielo

Estoy aquí, altivo, aún no he muerto

 

Emerjo en el aire, libre, intocable

Renazco de las cenizas, ilimitado, valiente

Golpeó el tedio que me esclaviza

Y salgo a la vida, a conquistar mi alegría