Cuando duermen los santos,
se ciernen los polvos,
se arroja la tela.
Burlados los erizos,
cerrojos de cera,
lloran en la hoguera.
Aprieta los ojos,
agacha las orejas.
¡Gato que cruza la brasera!
Vuelo sin plumas,
llega desnudo,
con sólo una vela.
Pelaje que se huele quemado,
con extraño amanecido...
¡Busca limón en la pera!