Alex Gramt

Mi poema sensurado

No era necesario borrar

Aquello que esparció,

Fragante olor de amores

La última noche, intenso.

Todavía suena a mi oído,

Onomatopeyas, tu sabes

Muy bien de que hablo.

El clash, de tus gluteos,

Cayendo  sin cesar;

Majestuosa cascada,

Semejante al Niágara.

 

No era necesario suprimir,

El poemario completo,

De mi bendito santuario.

Fuiste tu, si tu misma,

Quien profanó el templo,

Despertaste con chasquido

El diós que yacía dormido,

Cabalgaste sin  detener

Deseosa de ver..

Mi legendaria desnudez.

 

Aún así no te conformaste,

Pues a tu boca llevaste,

El leñoso cetro viril,

Entre más apretaba 

Tus boca más gozaba.

Y tus piernas temblaban,

Esperando sentir la esencia,

Aquella gota  cuya espesura,

Jamás probó Afrodita,

Sino tú, una mujer mortal\"

 

No sensures el poemario,

Que aún falta por terminar,

Aquello que nadie más conoce,

Solamente tus labios menores,

Mis manos frotaban tu pistilo,

Y tu entonaba las 5 vocales,

En diferente tipo de compaces,

Detrás de la cortina.

 

Autor: Alex Garmer