Alberto Diago

CAMINANDO POR MI CIUDAD

Camino plácidamente 

por mi ciudad.

Ya me acostumbré

al ruido de las metrallas, 

a la voz de los canallas,

al disfraz de los matones.

Ya me tienen sin cuidado

los bares y sus alcoholes,

las damas

y sus vidas dobles,

los gamines 

y sus asaltos gritones.

 

Camino plácidamente

por mi ciudad.

Ya distingo las luces

de los coches vigilantes,

ya sé que ahí vienen

los maleantes

que me exigirán dinero

por el delito de ser honrado;

que me permitirán,

a cambio de mi silencio,

poder ir a  casa.

 

Camino plácidamente 

por mi ciudad,

los canallas se burlan

de mi ingenuidad,

pero así logro

esquivar su barbaridad.

 

xE.C.