Como verdes luceros relucen
en la noche azul tus esmeraldas
entre rojos suspiros de rosas
y aregentinos rumores del agua.
Tus verdes miradas atraviesan
el velo de la noche estrellada
y sus incisivos dardos hieren
los sueños de mi atormentada alma.
Entre las umbrías frondas huyen
blancas risas y rojas fragancias
robadas en la cárdena sombra
a unos labios que besan el agua.
Esencias carmesíes aletean
del céfiro en las azules alas
y en la argentina risa del río
se ahoga el amargo dolor de mi alma.
Aromas de nostalgia