En la nívea tersura de tu piel de seda,
con el ígneo fuego de mi boca quisiera,
escribir beso a beso mi última historia,
hasta colmar nuestros ansias de amar.
Ya no hay más luz en mi vida que el
fulgor de tus grandes ojos claros, con
la dulzura de tu mirar has conseguido
borrar de mi, las cicatrices de lobo herido.
Paz y calma has traído a mi corazón,
que hoy te escribe con gran ilusión, en
espera que de tu boca, deseo de dioses,
aparezca un susurro diciendo que: ¡Si!
Me dejaré arrastrar por el hado esta vez,
Pondré mi vida en sus manos, pues avizoro
Un rayo crucial de esperanza, contigo,
Sé que saldré de la penumbra a la luz.
Delalma
11/09/2020