Húmedos, perfumados,
los pétalos sobre la arena,
se fueron,
arrastrados por el mar.
Tú los dejaste ir.
No te atreviste a recogerlos.
Fuiste cobarde.
Marcharon hacia el horizonte,
mecidos por las olas.
Navegaron días y noches.
Llegaron a otras playas.
Hallaron frescura, dulzura,
y la caricia del sol.
Pétalos navegantes
empujados por las olas,
mecidos por su espuma,
tornarán a la mar,
hacia la tierra prometida.