Suele suceder,
que hasta una vida no nos alcanza
para hacernos de cobijar
por la persona de nuestros sueños
Pasa el tiempo y con él nosotros,
hasta ver en tantas direcciones
y nuestras manos vacías
del ser insustituible, el gran amor
Pero llegado el ansiado día,
lo apreciamos cerca y en placer llega,
solo que su lugar anda ocupado
y nos rompemos no solo la cabeza
Son esos dramáticos momentos
para ser fuerte y débil a la vez,
sentimos el amargo sabor de la vida
en encrucijadas que se juntan
Fuerzas para atrapar el amor verdadero,
nunca dejar de intentar y arriesgar,
hacer valer instintos y pasiones,
sin esperar otro momento fugaz