QUISIERA
Anhelaría esta tarde suave de septiembre
caminar en la playa y arenas del mar,
que los rayos del cielo y unas cuantas gaviotas,
con sus dulces sonrisas me vieran pasar.
Quisiera esta tarde de arena y de canto,
con paso lento caminar en los ríos,
ver cómo suenan las olas que tropiezan
con ímpetu ligero, energía y gran brío.
Perder la mirada entre las grandes nubes
que anuncian la llovizna y el silencio;
ver pasar mariposas de todos los colores
y demás aves que salen a su encuentro.
Quisiera que el viento despeinara el cabello,
con suavidad y fuerza como en un gran ciclón;
y que las golondrinas abandonaran su luto
y más bien volaran con brillo y emoción.
Observar en el cielo colores de arcoíris
y correr como niña detrás de su cometa,
sentir palpitante el corazón henchido,
de aromas y de amor de luna coqueta.
Que todo lo que ha sido renueve por completo,
esta tierra reseca de amor y de perdón,
el orbe encienda su fuego de ternura
y arrope con sus manos la obra del Señor.