Acumulando piedras al costado de un charco
Se desgasta mi canto, tan rodado.
Impensables palabras, atosigan como inviernos
En el tumulto de una noche
Despiertos paladeando anzuelos;
En la vorágine de ambos
Silencios pedaleando tempestades.
No voy a repetirte descalzo,
Bajo la tormenta,
Ni a borrar lo que tu memoria juró
Sobre una tumba sin epitafio.
Podré haberme marchado, pero aquí
Me tengo y retengo.
Podré jamás haber llegado, pero aquí
Estoy recién partido.
Soy dos mitades de eco.