Por qué tantos pájaros huyen
aún siendo mis manos los que los cubren?
Son asesinos en las mesetas, discerniendo
azules paisajes, sangres disponibles, testarudos
hasta lo posible. Niños en las gradas abandonadas.
Sueños. Eternas almas conservadas en alcanfor silencioso.
Sí, por qué tantos pájaros huyen de mis manos silentes?
Todo deviene. Como protestas de un manto de nieve, crepuscular.
Y en la sangre mi alma que vulnera las piedras de la antigua
senda, hasta tu casa derruida.
Pájaros cobrizos, renacientes.
Sí, por qué tantos huyen?
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