Con la calma de un tiempo que pasó
buscando la quietud en nuevos despertares
enriquece mi espíritu el haber permanecido
en el lugar que me ha correspondido.
Imagino un mundo de amor y esperanza
no es el odio que carcome mi alma
sino el olvido que me entristece en las mañanas
y mis sueños que reviven en la nostalgia
desconsertándome la vida en mi ignorancia.
Por haber aprendido todo, casi nada
y haberme iluminado Dios en mi alabanza
y premiado tres veces,con tres hijos
como soles que alumbran mi ventana.
Buscaré en la rima de mis versos
la repuesta a mi pregunta que faltaba
y con el canto de los pájaros, le pondre música
al silencio de mis noches largas
y a las penas que insisten de madrugada.
No es la vida que me pone ante una encrucijada
sino que nunca pude aprender las lecciones
que la vida misma día a día me enseñaba.