¡Que delirio!
El no tenerte a mi lado,
ese es el mayor martirio.
¡Que locura!
Si la noche está preciosa
¿Porqué, me parece oscura?
¡Que placer!
Tener la seguridad,
que conmigo has de yacer.
Y volver,
a despertar en mis brazos,
mirando el amanecer.
Como loco,
el tiempo que estoy contigo
siempre me parece poco.
Y yo noto,
cuando estás lejos de mí
en el corazón un roto.
Imagino,
soñando siempre despierto
que en tus brazos yo termino.
Y camino,
buscándote noche y día
como humilde peregrino.