SERAFIN ZAPLANA

PEREGRINO.

¡Que delirio!

El no tenerte a mi lado,

ese es el mayor martirio.

 

¡Que locura!

Si la noche está preciosa

¿Porqué, me parece oscura?

 

¡Que placer!

Tener la seguridad,

que conmigo has de yacer.

 

 

Y volver,

a despertar en mis brazos,

mirando el amanecer.

 

Como loco,

el tiempo que estoy contigo

siempre me parece poco.

 

Y yo noto,

cuando estás lejos de mí

en el corazón un roto.

 

Imagino,

soñando siempre despierto

que en tus brazos yo termino.

 

Y camino,

buscándote noche y día

como humilde peregrino.