Hay momentos en que me falta el aire
sumido en un vacío existencial
desde el que intuyo una realidad
lejana y distorsionada,
inmerso en una burbuja de soledad
desde la que intento mendigar un abrazo,
una mirada dulce,
unas palabras tiernas,
pero desde la que apenas
percibo murmullos inteligibles.
A veces siento la tentación
de pinchar esa pompa
y escapar de mí mismo,
pero tengo miedo
a la soledad absoluta.
A través de su envoltorio
percibo tus palabras,
tus miradas y tus caricias,
y aunque ya no se si son reales
o recuerdos de un pretérito pluscuamperfecto,
sigo flotando a tu lado
con la esperanza de que un día
me tomes en tus manos.
y como Aladino
me devuelvas de nuevo
la vida y a la vida.