Yo, que tantas veces
me he quedado pensativa,
creando en el silencio
la existencia de mi vida.
Yo, que sueño en mi espacio
aun sabiendo de tu ausencia,
creándome una vana ilusión
y me resigné con paciencia.
Hoy le hablé a mi corazón
y le pedí que cediera,
se mantuviera tranquilo
y de amor por ti, no muera.
En mi silencio
mis lágrimas se deslizaron,
recordándote como siempre
cuando mi cuerpo cansado
sobre mi lecho cayera.