La fuerza del guerrero se encuentra en su interior,
es la búsqueda del equilibrio en base al pundonor,
el miedo a fallarse a sí mismo, con infinito deshonor,
es la línea de horizonte continua, unida a su amor.
La fuerza del guerrero es la búsqueda de motivos,
para la lucha continua, en la búsqueda de sueños,
en la ausencia de falsos y peligrosos escaparatismos,
en la presencia continua de seres sin extraños complejos.
El guerrero cree en miedos, en augurios y espíritus,
en malos y buenos presagios, en éticos y anómicos,
en aliados, en amigos, en mercenarios, en enemigos,
el guerrero vive e intenta percibir de cada espíritu, sus momentos.
Ser guerrero no es incompatible al sincretismo,
hay tantos bandos, tantos frentes, que en muchos,
no participa , no gasta energía en egocentrismo, ni en desvaríos,
solo actúa si es realmente necesario, no cree en oscuros motivos.
Los mejores guerreros son los individuos honestos y sinceros,
son los que viven y luchan con sus miedos, sin subterfugios,
los casi siempre secundarios, siempre pendientes de sus caballos,
son los indios, los que no se creen por ningún orden, con derechos.
Ser guerrero solo es luchar por necesidades básicas,
no superfluas, de status, ambición o mercenarias,
solo aparecer en el frente con todas tus fuerzas,
cuando no hay mas opción, los cuervos te avisan.
Yo solo he luchado una vez con otro guerrero,
un tipo honrado , que luchaba por lo necesario, lo suyo,
no creo que lo vuelva a hacer, si no estoy acorralado,
porque aunque gané, no he vuelto a ser el mismo.