DESPEDIDA
No ves una nueva aurora,
Sino un nuevo sueño,
Porque llego tu hora,
Tu estancia ya no se presentará más.
Mis ojos graban tu adiós,
Dejas un nudo en la garganta.
Se apaga poco a poco tu voz
Pierde el brillo de tu cabello de plata.
Te has traslado a una puerta,
Donde tus seres queridos;
De esas amistades que se adelantaron
Te reciben con gozo y abrazos.
Mientras tanto, en mi dejas un vacío,
En mi corazón, en mi vida,
Jamás espere que te fueras pronto,
Que dolor tan profundo, como de un martirio.
Añoro tanto que tus ojos,
Vieran aun mis premios,
Nuestros triunfos logrados,
Y ahora tenemos distintos caminos.
Estas aguardado en tu féretro,
Para luego ser enterrado,
Te acompañan a los lados la familia,
Y en esa tumba, mis recuerdos amados a ti.
Juventino Pérez