Déjame conquistar con sigilo tu sinuoso movimiento,
Me acercaré con suavidad hacia tus montañas de fuego,
Acurrucándome entre el pétalo de tu piel en cada momento,
Deseoso de un tiempo solaz entre tu espacio sin ego...
Ven amor mío, ven a mi, irradiame completo con tu luz,
Distancia al minimo el trazo de la piel tibia de tu morada,
Para sofocarme entre febriles sombras a contraluz,
Que liberarán la emoción atrapada dentro de nuestra mirada...
Se mi amor, aunque vueles como estrella fugaz,
Haz volar las gaviotas, con sus alas libres y respira,
Llena de nosotros el cuarto vacío alimentando mi fuego mordaz,
Encendiendo el amor que resuena entre el sonido de la lira...
Ahógame lento al sumergirme en el océano de tu sudor,
Tú, la más bella, seduces con tu desnudez que cautiva,
Melodiosos colibries nos acarician libremente sin pudor,
Hagamos el amor, tu y yo, entre la lluvia de siembra viva.