En el viento
oí su voz
llamándome.
De tal noche
oscura
y con desesperada necesidad.
La escuché…
y entendí,
acepté.
El dominio
de las tinieblas
de mi tiempo que era corto.
En ese momento lleno
de furia;
¿una vida?
¿Un alma?
Transcurrí
por dos minutos en los siete infiernos de dante…
Presencié
almas perdidas,
almas incautas.
La maldad de todos
ellos se volvía
mía.
El tiempo no se siente
aquí…
no cuentas los segundos o minutos.
Un frío siniestro,
y voces
clamando piedad.
Un ser,
hermoso
y vanidoso en todos sus sentidos.
Me cuestiona silenciosamente
y entristece
mi alma.
Él me dice.
« ¿Por qué piensas que me quedaré con tu alma? »
« Tu alma no te pertenece. »
« Tu vida te pertenece. »
Expresando su radical sarcasmo
y mezclando la ironía.
Al despertar…
Me di cuenta de que soy
dueño de mi mismo;
más no de mi alma.
Que el mismo satán
no solo me dio
una oportunidad.
Si no que también
me dio la oportunidad
de volver a nacer.