Como una copa vacía
a la espera del rojo vino
aguardo tu sombra sobre mi espalda
refugio de tus manos y tus besos
bajo la tenue luz de la luna que se filtra por la ventana
Te irás más tarde con los pasos sigilosos
de un gato noctámbulo y desvelado
dejando solamente tu aroma en mi cuerpo
y esa agridulce impregnación que me provocas.
No serán las estrellas quienes te guíen
sino esa necesidad de no pertenecer a nadie
La noche te esconderá en mi cama
la luna besará tus muslos
mientras tu morderás con violencia contenida
la humedad de mis labios temblorosos
te nombraré casi en silencio,
murmullo de mi voz nerviosa
resabio quizás de otras bocas antes besadas;
partirás casi en silencio mientras yo
mujer embrujada por tu virilidad
y tu mirada melancólica
me iré encogiendo dentro de las sábanas
minúscula…frágil…casi nada.
El humo de tu cigarrillo dejará una estela gris
y te perderás detrás de la puerta sin despedirte
señal que volverás cuando tu piel sedienta
necesite de mí, de mi fuego y de mi sudor
para apagar la hoguera que llevas dentro
Es este deseo satánico el que me obliga
a perderme en las sombras
y esperarte paciente noche a noche.
Sé que nací solo para amarte así
como ama la espuma a la orilla que la toca y la besa
pero no permanece a su lado para siempre
Amarte a la deriva como una nave perdida
que no halla las constelaciones que la guíen
Sé que nací para amarte a distancia
destino de pájaros peregrinos
que se van pero regresan al mismo nido.
Solo espero tu regreso para que caigas
como lluvia fresca por mis laderas
y acaricies mis senos con la calidez de la primavera.
Nací para amarte así en retazos y me conformo con eso
Soy tan suicida como el pájaro espino
que aún sabiendo que un día
me causará tu ausencia la muerte
aún le canto al amor que siento por ti
Anngiels Grigera Moreno
PUNTA ALTA
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