Anoche escribí este poema.
¿O no?
En fin, la cosa es esta:
Allá, más allá del infinito,
estás tú,
tu alma desnuda,
tus pies descalzos,
una sonrisa imperceptible;
escribes la carta de despedida,
vas a partir quién sabe adonde.
Sus letras:
Paso a paso me alejaré,
recordando lo vivido,
la dura realidad,
el tierno amor,
lo pasajero y lo permanente,
el olor del olvido,
los mensajes a destiempo,
el aroma del naranjo en flor esa primavera,
la tristeza larga y la alegría de los sueños,
el agotamiento del día a día,
tantos años de dictadura, genocidio y miseria,
la muerte rondando cada esquina,
era peligroso hablar,
la mafia, la política, la iglesia, las organizaciones,
lo mismo,
nunca aparecieron;
y sus ojos,
...
No hubo reparación ni justicia.