La rosa aún esta fresca
aún despide su aroma peculiar
desde ese día que fue arrancada del jardín,
desde ese día estoy inquieta.
Hay una herida en mi
una herida aún tibia,
aún mi cuerpo esta adormecido
no siente, no percibe nada.
Le rogué a Dios misericordia
pero ningún susurro sale de mi boca.
No se que hice, no se que hacer
Hay algo malo en mí?
si es el caso: arráncalo de mi pecho
con el puñal más afilado
desentierrenme el corazón
pero...si soy inocente,
-pido-
curen mis heridas con amor
que si muero en la lucha
sepultenme con honor
bajo aquella encina que me gusta tanto
y si no es mucha molestia
dejen en mi tumba una rosa fresca
su fragancia será mi adíos.