En la orilla de mis sentimientos
atravieso el mar con la mirada
deseando llegar a tu playa
para besar y sentir tus labios.
Inquietas, se alborotan las olas
como riéndose de mi anhelo,
de nubes grises se tupe el cielo,
al agua vuelven las caracolas.
Admirando el lejano horizonte
me rebelo ante cruel destino
negándome a aceptar el castigo
que me ha regalado injustamente.
Si desde la costa de mi ansias
logro distinguir al astro sol
penetrando suavemente al piélago,
¿por qué a ti no he de poder llegar?
Anna Gutiérrez.