Esta noche quiero de tu templo
la entrada avernal de tu cielo;
con mis ansias embriagantes vengo
a tomar el néctar de tu jardín obsceno.
Ya me has contado tus anhelos:
que mis manos surquen tu campo entero,
que mis dedos ericen tus pezones placebos
y mi lengua cate tus jugos afrodisíacos primero.
Jadeo intenso de tu vientre,
gemidos exorbitantes de tu viento;
mis dientes mordisquean tus buñuelos
y mi boca se quema con tu flor caliente.
Remolinos colindantes de hojarascas;
tus garras arropan mi pelo
y lo zarpan adustas y agitadas
más y más al acerbo palpitante de mi aliento.
Ya mi ego abrió tu represa
rebosante, hasta alcanzar mi colina;
tu mundo ávido para saciarse con el mío,
tu espumosa bruma hace más embustero el ritmo.
Ansioso me sacio de tus molduras sebáceas,
lánguida gozas mi refrenado ritmo placentero
y tu almacén cansado recibe la láctica
energía de mi perverso encuentro.
© El Yarawix