Yo nunca te dije que sería sencillo,
jugamos a decirnos la verdad,
fue entonces cuando apareció el dolor,
se abrieron heridas,
que no cicatrizarían jamás.
No teníamos experiencia,
era diversión,
pensábamos que nos amábamos,
y lo confesamos
sin saber su significado.
Comprendimos tarde,
no había vuelta atrás,
te fuiste apagando hasta morir,
yo me hundí en la tristeza
y quise partir.
Han pasado los años,
y te he vuelto a vivir cada instante;
si hubiéramos sabido más
del alma, del tiempo y las cosas,
nos habríamos alejado,
salvándonos.
Hoy en la misma playa
donde provocaramos al azar,
renazco en la total soledad,
me interno remontando las olas,
sin equipaje,
ahhh,
tus cenizas…