Hermoso día de sol
que en el oeste se esconde
y me envuelve en su arrebol
pintando un bello horizonte.
Apacible atardecer
que en el asombro me envuelve,
dándole calma a mi ser
que en esa visión se pierde.
Así en sosiego absoluto
me sumerjo en sus encantos
y me vuelvo diminuto
como un astro en negro manto.
Y terminado así el día
... serenata de reflejos
lían a mi alma alegría
provocando mi embeleso.
Jorge Horacio Richino
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