De lleno sumergido entre tu hipnosis
un péndulo basculas soberana
moviendo, del Edén, una manzana
que sabe a tentación y apoteosis.
La paz a mi deseo hecho psicosis
me ofreces por la noche y la mañana
radiando un magnetismo que desgrana
a toda esta crucial metamorfosis.
Tu rítmico vaivén me sugestiona,
compás en el que llevas, poco a poco,
mis íntimos latidos a tu alcance.
Exhibes un poder que me impresiona
y calmas mi fervor y mi sofoco
besándome al final de cada trance.