Llevo grabada la memoria
del agua helada
y todavía me arde en la piel cansada.
Aún tengo la viva luz
de mayo en la retina
y el corazón recuerda
el pulso lento de la sangre.
¿Dónde duerme
el abrazo y la ternura?
Busco en la casa
de mi infancia;
en los sótanos y
en las viejas fotos
el espíritu
de mis muertos
que me habitan…
…¿dónde las batallas
de amor,
los impetuosos versos,
el vino
y los amigos?
Zumba el viento
por las rendijas de las puertas
y en remolinos de polvo
gira el demonio del olvido
de ese patio de tierra.