Tu cielo se viste cada día
de la ausencia, el desespero del no verme,
la distancia que hace imposible el encuentro,
el beso, el te quiero,
para nosotros existe el consuelo
nos amamos, en ti pienso.
La cómplice madrugada que nos une
el maldito sol que nos separa,
es que a mi vienes en mis sueños,
al despertar te busco y no te encuentro,
como logro llenar tu corazón
con tanta necesidad de un tropiezo.
Como desearía que cabalgando en blanco corcel,
armada de flechas de amor
desnuda vengas al encuentro
de dos seres que se aman
se buscan se deseas,
que sueñan con un beso.
Si soy yo quien muere primero
en mi lapida firmado por tu nombre
quiero que escribas
“nunca me olvides mi amor”