No llamas, no me escribes,
Y es tan poco lo que pido,
Un gesto, un guiño,
sólo romper este silencio.
Esta grieta en mi corazón desolado
Se habré cada vez más
con el correr de las horas,
Se ahogan mis esperanzas
De escuchar tu voz.
Se enrrosca en mi garganta
Todas las palabras bonitas
Que amontone en mi cabeza para ti.
Fallece la tarde y hubiese dado todo
Lo que poseo para no ser huérfano
De ese poquito de amor.
Desbordan mis lagrimas por mi rostro
Se marcha y me abandona tu imagen
Me lástima tu silencio,
Y aún así, sigo esperando tu llamada
Sigo esperando que me escribas.
Mi amor.