Perdona si hoy descanso
todo el haber de mi pecho.
Perdona,
si piensas que he deshecho
la bondad de los besos escondidos
y el amarte a oscuras
y el silencio.
Perdona,
mis pocos versos,
tanto prometidos,
que al nacer se confunden en tu boca
y celosos de ti se trastocan
y en mi mente pasan al olvido.