Agua de feroz tormenta
con su frescura innegable
con pureza penetrable
la mar puso turbulenta.
Agua limpia y clara ahuyenta
todo el dolor incurable
la palabra que no es fiable
y que al alma la impacienta.
Difumina como un rayo
las nubes grises del cielo
sin temores ni soslayo.
Para que viva el anhelo
y que la paz sin desmayo
produzca eterno consuelo.
¡Recelo!
Vuela junto a las tormentas
que la vida me atormentas.