De tu corazón -un Puño- murmura
un río de sangre -evitaron la Montaña-.
Demasiado Aire -helaba- los sentidos?.
La Relojera minuciosa del abismo.
Ahora te piden la Hora -no tienes reloj-
yo tampoco, no rindo - Tributo- al templo
de sombras, ni al dios sol, sino a la Luna
errante -Tintineando- entre tus runas.