Razonando los disgustos,
las alegrías pasadas,
las que pronto llegarían
sorprendiendo en el mañana,
las personas que yo llamo,
las que encuentro sin buscarlas
entre dibujos de espuma,
los bambúes que se mesen
en el jardín japonés
con el agua cantarina
cascadeando sobre piedras
reflejando luz divina
con música de guitarras
y pianos cantando suave
el ritmo de un pasodoble
desgranando desde el nada.
Momentos que me recuerdan
cuando estaba entre tus brazos
y temblaba enamorada,
mientras yo me deshacía
en tus manos anheladas.
Razonando mis poesías,
mis saltos y mis caídas,
tus besos que tanto extraño
y tus ojos embrujantes,
es que te espero de veras
contando cada minuto
dentro de todos estos días
mirando para adelante
para volver a encontrarte
con ansiedad de poetisa
cuando vea la vereda
que me permita llegar
hasta el jardín de tu vida.