Tú avivaste mi fuego
encendiste mi amor por ti,
fue tu mirada que me enamoró
fue tu cariño el que me conquistó.
Amada mía ya no estaremos solos
nuestras almas se acompañarán,
sembraremos semillas de cariño
y un jardín de ternura crecerá.
Ya no volveremos a sufrir
jamás de nuevo lloraremos,
porque al estar siempre juntos
un hogar de alegría construiremos.
Saborear el almíbar de tus labios
como el más dulce manjar,
acariciar tu pelo dorado
como una cascada sin final.
Llenaste cada vacío de mi alma
e iluminaste cada rincón de mi corazón,
siempre estás dispuesta a escucharme
siempre estás lista a darme calor.
Tú sonrisa es tan bella
y tu voz como una dulce canción,
una armonía de palabras dulces
que alimentan cada nueva sensación.
En tus brazos me quedo dormido
y suplico jamás despertar,
seguir así contigo por siempre
sin que nada nos pueda molestar.
Eres mi ángel, mi refugio
mi guía en busca de la felicidad,
felicidad que solo tengo junto a ti
como nunca lo pude imaginar.
Hasta conocerte, no tenía idea
de lo mágico de un verdadero amor,
es el sentimiento más fuerte de todos
el que nació de nuestra pura unión.