Una noche
en que los perfumes deliraban
por la luz de las estrellas,
que el viento reía en calma,
que las lágrimas de la luna se vestían de
luz de plata,
que el silencio se escondía
entre los rumores del agua,
que la luz de la sombra era
alargada...,
como espíritu sublime
que no deja huella cuando pasa
viniste a mí envuelta en un tul de seda,
inmersa en un mar de fragancia.
Tus pétalos besaron mis labios,
tu luz besó mi alma,
tus suspiros encendieron mi pecho,
tu amor ardió en mis brasas.
Cuando quise besar tus labios,
acariciar tu sonrisa escarlata,
beber la luz de tus ojos,
libar los suspiros de tu fragancia,
tu imagen inmaculada se deshizo
en la sombra del alba.
Aromas de nostalgia